
Los herbicidas constituyen una de las herramientas más empleadas en la agricultura. Sin embargo, como sabes, no gozan de muy buena reputación. Y, en general, esta mala imagen se debe al poco conocimiento que el público tiene de estos productos y también a malos usos de los herbicidas.
Nosotros sabemos que los agricultores necesitan de los herbicidas para producir cosechas más sanas y abundantes. Y sabemos también que trabajan con los fabricantes de herbicidas y de maquinaria para mejorar las técnicas de aplicación. Recuerda que lo más importante en esa mejora del manejo es emplear la maquinaria adecuada, como un buen pulverizador herbicida, necesario para aplicar los productos en las dosis correctas.
Para empezar, los expertos recomiendan seguir un plan de trabajo muy estricto que garantice la seguridad en el empleo de los herbicidas. Nosotros lo resumimos en estos cuatro puntos clave para mejorar la eficacia de los tratamientos:
1 - Analizar bien las especies a tratar. Es preciso que hagas un inventario de qué tipos de hierbas o malezas es necesario combatir. Eso permitirá elegir con más precisión el producto herbicida y su aplicación.
2 - Elegir la dosis correcta. Una vez que sepas qué herbicida vas a emplear, debes calcular cuidadosamente la dosis. Resulta fundamental para tratar de forma precisa y sin producir daños innecesarios en el entorno. Fíjate bien en la dosis que indica la etiqueta del producto y en la hoja de registro, disponible en el Registro de Productos Fitosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
3 - Determinar las condiciones ambientales. Antes de hacer el tratamiento, asegúrate de que el suelo que vas a tratar está en las condiciones óptimas para que el producto haga efecto. Debes fijarte, por ejemplo, en su composición, su solidez y su grado de humedad. Además, debes tener en cuenta la temperatura ambiente y la meteorología y así evitar el tratamiento cuando llueve o va a llover, cuando hace viento o hay rocío.
4 - Tener a punto la maquinaria. Antes de aplicar el producto, limpia a fondo el equipo de pulverización y asegúrate de que está correctamente calibrado y que la presión de trabajo es óptima.
Reducir el consumo de producto. La máquina para aplicar herbicida debe permitirnos trabajar con cantidades menores de herbicida. Así ahorraremos agua, producto y energía.
Ofrecer máxima precisión. Tratar de una manera muy precisa nos facilita reducir el impacto del herbicida en el entorno, minimizar su afección sobre los cultivos y, de nuevo, reducir el consumo. Por eso, equipos con tecnología antideriva son fundamentales para mejorar la precisión.
Sencillez de manejo. Los mejores y más avanzados equipos de aplicación de herbicida son los que unen robustez, fiabilidad y facilidad de manejo.