
Este mes nos gustaría rendir homenaje a Alejandro Eguren, uno de los socios fundadores de T.E.Y.M.E. TÉCNICA Y MECÁNICA.
Alejandro estuvo en el proyecto desde sus inicios y participó pues en aspectos tan fundamentales como la transformación del pequeño taller inicial, en el barrio de la Bordeta de Lleida, a la ubicación actual de TEYME, la concepción de las primeras herramientas y equipos para la agricultura, así como la creación de la imagen de la marca e identidad corporativa. De hecho, su apellido da nombre a la propia marca ya que TEYME nace de la combinación de Talleres Eguren y Mestre. También creó la primera red comercial de distribuidores de maquinaria agrícola TEYME.
En consecuencia, queremos dedicarle unas palabras en este artículo, que seguro que serán pocas, para agradecerle todos los años que ha dedicado a TEYME y al sector de la maquinaria agrícola.
Alejandro ha estado unido desde muy
joven a proyectos de diseño y fabricación de
componentes y máquinas de aplicación industrial y agrícola. Su pasión
por el sector de la maquinaria agrícola lo llevó en 1975 a iniciar el proyecto
TEYME. Su honestidad, esfuerzo y entrega
nos han demostrado que con estas cualidades y con un buen producto/servicio, la
confianza y satisfacción de los clientes están aseguradas.
Darle las gracias por su dedicación diaria y entusiasmo por hacer grande este proyecto. Es cierto que, como en todos los proyectos empresariales, ha habido etapas más fáciles y otras más difíciles pero su ánimo constante y tenacidad siempre ha contagiado contribuyendo al bien común. Lo importante es saber mirar hacia el futuro y aprovechar las lecciones del pasado.
Queremos darle las gracias de nuevo por todo lo que ha aportado a TEYME durante los más de 30 años que ha estado sumergido en el proyecto, es decir, casi toda su vida profesional. Alejandro siempre formará parte de TEYME y por eso, TEYME siempre será su casa.
Como dijo Aristóteles: Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia no es pues un acto sino un hábito.
El equipo humano de TEYME le decimos de todo corazón: ¡GRACIAS!